Megan y Abel vinieron desde muy lejos para celebrar su boda en La Baronia, y nos confiaron la película de su gran día sin habernos conocido personalmente. Pero eso no importó, porque enseguida conectamos y el día fue rodado. Ellos encantados con su recuerdo y yo igual de encantado por haberlos conocido, por haber podido practicar mi inglés 😉 y por poder mostraros el resultado.